Acalifa es una planta euforbiácea (Acalypha indica) propia de las zonas tropicales de Asia.
Se conoce como hierba del cáncer o recíñela y puede conseguir hasta los 60 cm de altura.
Acalifa se recoge cuando está en flor.
El olor de la raíz es excesivo para los gatos. Contiene resinas, taninos, un aceite volátil y un alcaloide llamado acalifina. La acalifa es irritante para la mucosa gastrointestinal y se utiliza como suplente de la ipecacuana. En dosis pequeño es calmante, pero en dosis más alta tiene efecto vomitivo.
Se ha consumido como laxante y antihelmíntico.
Las hojas usadas sobre las heridas tienen propiedades cicatrizantes.
Se han definido varios casos de hemólisis intra vascular en pacientes con insuficiencia de la glucosa-6-fosfato deshidrogenada.
Se tiene en cuenta la dermatitis de contacto estimuladas por la savia de esta planta debida al contenido en ácido hidrociánico de los pelillos de las hojas, y tallo.
Acalifa se emplea igualmente en remedios homeopáticos, machacando la planta fresca en dos partes de alcohol. La tintura, macerada es un remedio específico para las hemorragias pulmonares.
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