Las consecuencias del SIDA:
El SIDA causado por el agente infeccioso VIH (virus de inmunodeficiencia humano), salió a la luz a raíz de la muerte de 5 hombres gays en Los Ángeles en 1981 e inicialmente fue etiquetado como enfermedad del gay masculino. Ahora sabemos que en África ha habido focos del virus durante décadas y hay un consenso general sobre el origen africano del virus.
Se pensó que los homosexuales eran un objetivo fácil para el virus debido a que tenían más compañeros sexuales y practicaban mas el sexo anal que los heterosexuales, y para muchos la enfermedad se convirtió en una justificación para homofobia.
Pero rápidamente se hizo evidente que los hemofílicos que recibían sangre y sus derivados y los drogadictos que se inyectaban la droga por vía intravenosa también estaban en el grupo de riesgo.
Tuvieron que pasar 5 años desde el inicio de la epidemia para que la comunidad heterosexual fuese despertada de su complacencia por las terminantes advertencias oficiales de que cualquiera que practica el sexo sin protección, con preservativo, sin importar raza, orientación sexual o grupo social, se arriesgaba a contagiarse del virus.
A pesar de los nuevos récordes mundiales de nuevos infectados (se estima que 36,1 millones de personas vivían con el SIDA a principios del siglo XXI), y muchos ven el SIDA como una enfermedad del pasado.
Se han dejado acunar por una falsa sensación de seguridad debido a los avances en los tratamientos farmacológicos, que parecen retrasar el progreso del virus.
Pero estos tratamientos están aun en mantillas y los problemas derivados de los efectos secundarios adversos y de la aparición de cepas de los virus resistentes a los medicamentos son muy reales, lo que convierten la practica del sexo seguro en esencial.
Sin embargo, si seguimos este consejo, no hay para que nos perdamos el placer del sexo.