Relaciones sexuales superiores:
El amor es como el canto, es algo a lo que hay que entregarse espontáneamente. En la actualidad la gente reconoce que ha dejado de preocuparse si la sexualidad es algo pecaminosa para pasar a preocuparse si obtiene satisfacción.
Existen libros suficientes sobre los puntos básicos: sirven para liberarse de las preocupaciones sobre la normalidad, posibilidad y variedad de la experiencia sexual.
Es siempre deprimente ver que muchas relaciones amorosas se echan a perder por falta de comunicación, por temor de ser rechazado al querer poner en práctica una necesidad fantástica, por no hallarse en condiciones de satisfacer determinadas necesidades agresivas debido a una idea errónea de la ternura o la incapacidad de aceptar la sexualidad como un juego.
Estas aprensiones, unidas a la monotonía son las causas de gran parte de los deseos insatisfechos que nos consumen durante muchos o pocos años. Esos obstáculos se pueden evitar entre personas enamoradas y tolerantes.

Todos los seres humanos somos sádicos, narcisistas, masoquistas, bisexuales y algunas cosas más: las etiquetas son para las victimas de la nada. No hagamos caso a ellas. Lo que importa es si hay algún aspecto de su comportamiento que resulta molesto para ti u otras personas.
El amor ha sido definido como armonía de dos almas y el contacto de dos epidermis.
El contacto corporal es también, desde nuestra infancia, el punto de partida de las relaciones y apetencias humanas.
La cultura occidental después de varios siglos de severos tabúes sobre la mayoría de contactos (entre amigos, entre hombres) que son corrientes en otras culturas, ha limitado la intimidad basada en el contacto corporal a las relaciones padre-hijo y amante-amante.
Hoy en día intentamos vencer estos y otros prejuicios.
Nuestro concepto sexual resulta extraño para otras culturas, aun teniendo más posibilidad de elegir.
Para nuestra cultura la sexualidad no significa nada más que introducir el pene en la vagina, cuando toda la piel humana es un órgano genital. Necesitamos un extenso juego sexual centrado en el coito y en la acción. Al mismo tiempo podríamos planear tan bien nuestro menú con el fin de aprender a usar toda la superficie de nuestro cuerpo, nuestros sentimientos de identidad y agresividad entro otros, así como todas nuestras necesidades de fantasía.
La elaboración sexual es algo que necesitamos de forma bastante especial aunque no es una necesidad exclusiva de nuestro tipo de sociedad.

Sin embargo el plano principal sigue siendo el acto sexual llevado al cabo con amor y sin inhibiciones, una copula larga, frecuente, variada, que termine con la satisfacción de los dos participantes.
Existen dos reglas de oro para una practica sexual buena: “no hagas nada con lo que no sientas verdadero placer” y “descubre las necesidades de tu compañero y no las frustres por poco que puedas satisfacerlas”. Una buena relación es dar y recibir placer, y si a ambos les gusta lo mismo, estupendo, si no, alternen sus preferencias, sin permitir que sea siempre uno solo quien imponga sus gustos.
Las parejas deberían adecuar sus necesidades y preferencias, aunque se tarde algún tiempo en descubrir cuales son.